La Verónica

El Viernes Santo, en la procesión del Entierro, la imagen de la Verónica ocupa el paso del Nazareno. Vestida de blanco y amplio manto de terciopelo grana, su bello rostro se enmarca en un tocado y la capucha que remata el manto. Se ciñe como el Nazareno, con cordón dorado. En las manos, un lienzo con la representación de la Santa Faz, o “Vera Eikon” de donde se cree que proviene el nombre de Verónica. La imagen, talla de medio torso, se incorporó a la cofradía el año 1948 y cuenta la crónica que venía arrodillada, por lo que al año siguiente se tomó la resolución de ponerla en pié teniendo que renovarle la indumentaria. Curiosamente en la bendición del paso, atendiendo a su significado, se utilizó la fórmula que se usa con las imágenes de Cristo.

La Verónica es muy querida por los cofrades del Vía Crucis, que no han parado de renovar su indumentaria desde 1989. De su cuello prende la insignia original de la cofradía, que también porta en la solapa confeccionada en oro macizo.

Ante la imposibilidad de tener la imagen físicamente expuesta en el templo a lo largo del año, en el 2002 se optó por encargar al artista don Josep Bagur Corominas la confección de un cuadro que pudiera ser colgado en la capilla del Nazareno. Hay que destacar la belleza de esta representación, que el artista donó por que, dijo: “Ni a la cofradía ni a San Francisco puedo cobrarles nada”.